Había un rey guerrero llamado Olaf el Blanco, que era el hijo del rey Ingjald, el hijo de Helgi, el hijo de Olaf, el hijo de Gudrod, el hijo de Halfdan Pierna Blanca, rey de los hombres de las Tierras Altas.
Olaf fue en una expedición vikinga a las Islas Británicas, donde conquistó Dublín y los territorios vecinos, y se hizo proclamar rey de aquellas tierras.
Casó con Aud la Meditabunda, la hija de Ketil Nariz Aplastada, el hijo de Björn Buna, un hombre excelente de Noruega; tuvieron un hijo llamado Thorstein el Rojo.
Olaf encontró la muerte en una batalla allá en Irlanda, y entonces Aud y Thorstein el Rojo
marcharon a las Hébridas.
Allí Thorstein tomó por esposa a Thurid, la hija de Eyvind el Oriental, y la hermana de Helgi el
Flaco; tuvieron muchos hijos.
Thorstein el Rojo se convirtió en un rey guerrero y sumó sus fuerzas a las del conde Sigurd el
Poderoso, el hijo de Eystein el Ruidoso; juntos conquistaron Caithness, Sutherland, Ross y Moray, y más de la mitad de Argyll. Thorstem rigió aquellos territorios y fue su rey hasta que fue traicionado por los escoceses y muerto en batalla.
Aud la Meditabunda estaba en Caithness cuando se enteró de la muerte de Thorstein.
Tenía una nave, que habían construido en secreto para ella en un bosque, y en cuanto aquella
estuvo aparejada, partió hacia las Oreadas.
Allí entregó en matrimonio a Groa, hija de Thorstein el Rojo, la madre de aquella Grelod que se casó con el conde Thorfinn Quebrantacráneos.
Después de aquello Aud navegó hacia Islandia, con veinte hombres nacidos libres a bordo de su
nave.
Llegó a Islandia y pasó el primer invierno en compañía de su hermano Björn en Bjarnarhofn.
Entonces tomó posesión de todo el distrito de los Valles, entre los ríos Dogurdar y kraumuhlaups y formó su hogar en Hvamm.
Solía ir a rezar a las Colinas de la Cruz, donde había hecho levantar cruces, ya que había sido
bautizada y era una devota cristiana.
Muchos hombres bien nacidos que habían sido hechos cautivos por los vikingos en las Islas
Británicas y que eran ahora esclavos habían venido a Islandia con ella.
Uno de ellos se llamaba Vifil y era de noble cuna.
Había sido hecho prisionero en las Islas Británicas y fue esclavo hasta que Aud le devolvió la
libertad.
Cuando Aud dio tierras a algunos miembros de la tripulación, Vifil le preguntó por qué no le cedía a él alguna tierra, tal como había hecho con los otros.
Aud le respondió diciendo que aquello no tenía ninguna importancia, y le dijo que él sería
considerado como un hombre de calidad dondequiera que estuviese.
Le dio el Valle de Vifil y allí se estableció él.
Se casó y tuvo dos hijos llamados Thorbjörn y Thorgeir; ambos eran jóvenes prometedores y
crecieron al lado de su padre.
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